La merma en producción es el porcentaje o cantidad de pérdida o ganancia (de producto, energía, dinero…) en cada etapa del proceso de producción como desviación frente al consumo esperado de cada recurso material usado para la elaboración de un producto; también se considera merma el robo o el coste energético innecesario. Paralelamente se puede originar una ganancia de merma cuando se produce un producto usando menos materiales de los previstos en el programa; cabe mencionar que uno de los beneficios de reducir la merma favorece a la protección ambiental y a un uso más responsable de los recursos naturales. Es inevitable que en la fabricación de bienes se generen desperdicios a causa de diferentes factores como errores humanos, fallos técnicos, el mal uso de las maquinarias, tiempos de espera, entre otros. Las mermas se clasifican de la siguiente manera:
- Merma normal: se da cuando se usan las existencias para los procesos productivos.
- Merma anormal: se origina cuando ocurren accidentes o situaciones imprevistas.
- Caducidad: si hay existencias con fecha de caducidad, se debe llevar a cabo un control serio sobre cada lote y producto. Asimismo, se debe evitar no tener sobrestock para que no se echen a perder las materias primas.
- Roturas: puede ocurrir por una manipulación incorrecta, un error de parte del personal o un fallo productivo no detectado.
- Error administrativo / contable: una gestión y registro erróneo pueden ocasionar problemas en los inventarios.
- Mala recepción: al recibir la mercadería es muy importante que el almacén de logística revise que los productos no estén caducados, dañados o con un mal embalaje; también que no haya desajustes con los precios o un mal etiquetado. Estos son detalles que pueden ocasionar desviaciones importantes.
- Robo: un robo puede ser tanto por parte de un cliente o de los trabajadores que se aprovechan de su puesto.
Es crucial conocer la cantidad y tipo de merma que se genera en el proceso productivo, dado que aumentan de manera considerable los costos de producción y perjudica el rendimiento económico de la organización. Además, es importante cuantificar la merma, con tal de adoptar medidas preventivas y correctivas, por ejemplo: la optimización de la eficiencia en los procesos, la mejora de los sistemas productivos y el reciclado de los desperdicios para tener el menor impacto en el medio ambiente.
En relación con las causas que provocan mermas en la producción pueden ser las siguientes: una mala gestión en la planificación de la producción puede comportar un exceso o déficit de cantidad fabricada; en segundo lugar, no seguir un plan de mantenimiento preventivo, puede provocar averías y parar la línea de producción; paralelamente la falta de formación a los operarios o el incumplimiento de las medidas de seguridad son otros de los motivos que causa mermas; al igual que los inconvenientes con los recursos energéticos, es decir, un sobre coste innecesario, entre otros; y, no haber definido bien los datos en las listas de materiales u hojas de ruta.
No se puede pasar por alto que las mermas causan un impacto negativo en materia económica y operativa. Las consecuencias afectan de los siguientes modos, en primer lugar, los costos operativos: se trata del impacto más evidente en la falta de control de las mermas. Los costos operativos abarcan desde la compra de materias primas adicionales para cubrir lo perdido hasta los gastos adicionales de almacenamiento, manejo y desecho de productos no vendibles. Estos costes tienen un impacto directo en la rentabilidad de la empresa, con lo cual puede dificultar su capacidad para competir en el mercado.
Por otro lado, disminuye la rentabilidad: cuando no se gestiona correctamente las mermas, la rentabilidad de la empresa es la primera ratio financiera que se ve perjudicada, porque los productos perdidos son ingresos perdidos y, en el caso de las mermas en las primeras materias, provoca una disminución de los beneficios que puede comportar pérdidas en vez de ganancias.
Ineficiencia en la cadena de suministro y pérdida de reputación y clientes
Otro motivo son los problemas de ineficiencia, como los retrasos en la entrega, un exceso o insuficiente inventario y errores en la gestión de pedidos que pueden contribuir a pérdidas innecesarias. Esto es realmente grave, no sólo porque tiene un impacto en la rentabilidad del negocio, sino que también porque genera desconfianza con los clientes y puede provocar que dejen de comprar productos a la empresa por no cumplir con los plazos de entrega, en consecuencia, la empresa dañaría su propia empresa y afectaría en una pérdida de cuota de mercado.
Desperdicio de recursos naturales y riesgo regulatorio
El perjuicio no sólo es a nivel financiero, sino que, en materia medioambiental también, ya que muchos productos y materias primas perdidos acaban siendo residuos, lo cual favorece a un impacto ambiental negativo. Actualmente las empresas deben vigilar con los desperdicios, porque puede ser objeto de repercusiones legales para éstas por una indebida gestión.
Riesgo regulatorio
En sectores como la alimentación y la farmacéutica, una mala gestión en el control de mermas puede tener consecuencias regulatories, es decir, al perderse productos que pueden suponer un riesgo para la seguridad del consumidor y que están en circulación en el mercado, puede conllevar a multas elevadas y sanciones legales.
Estrategias para reducir y prevenir mermas
La manera que las empresas pueden controlar las mermas y pérdidas es mediante la implementación de estrategias para abordar este tema. Algunas de estas estrategias son, mejorar en la gestión de inventarios: es crucial para gestionar las mermas y pérdidas. Es el seguimiento y actualización constante de los niveles de inventario, asimismo la implementación de maneras para prever la demanda; la formación y concienciación del personal: las personas, como eje central de toda empresa, tienen un papel clave para controlar las mermas. La empresa se debe asegurar formarles en aspectos como la gestión de inventarios y hacerles ver la importancia de reducir las pérdidas, con tal de concienciar una actitud responsable en el trabajo; la colaboración con proveedores: tener una buena comunicación e intercambio de información con los proveedores, es un modo más de reducir las mermas; por otro lado, las auditorías y el seguimiento riguroso: un seguimiento detallado y las auditorías, permiten identificar las áreas que se deben mejorar y garantizar el cumplimiento de los procedimientos; por último el uso de tecnologías para controlar las mermas: las empresas que invierten en sistemas como ERP o IoT (Internet de las Cosas), les permite llevar a cabo un análisis exhaustivo de las mermas; incluso pueden llegar a evitarlas con los sistemas que detectan o prevén posibles averías, por ejemplo.
En relación con las ventajas de implementar un sistema de control de mermas, se destacan las siguientes: al tener implementado un ERP que permite seguir todo el proceso productivo, ayuda a los otros departamentos a tener acceso a la información en tiempo real (mejora en la comunicación entre áreas); y, al tener acceso a la información en tiempo real, ayuda a las empresas a evitar errores en la gestión del inventario. En el momento que hay algún cambio, la comunicación entre los diferentes departamentos es instantánea, con todo esto se puede evitar; en primer lugar, las devoluciones por parte del cliente, ya que cumplirán sus necesidades; y, la compra de primera materia que no sea la adecuada y cause un incremento de la merma.
Caso práctico de control de mermas
Imaginemos una planta de producción de alimentos que produce 20.000 galletas al día. Durante un mes, la planta produce un total de 600.000 galletas. Al final del mes, se contabilizan 30.000 galletas como merma debido a roturas, quemaduras y defectos.
Porcentaje de merma en ese mes = (30.000 galletas / 600.000 galletas) x 100 = 5%
Si el coste de producir cada galleta es de 0,10 euros:
Si 570.000 galletas cumplen con los estándares de calidad:
Tasa de eficiencia = (570.000 galletas / 600.000 galletas) x 100 = 95%
Es relevante señalar que la gestión y control de mermas, varia en función del sector al que se dedica la empresa, por ejemplo: en la industria alimentaria, una fábrica de galletas implementa un sistema de monitoreo en tiempo real que detecta las galletas defectuosas en la línea de producción. Con los datos que se han obtenido, permite ajustar los procesos de horneado y empaquetado para minimizar los defectos y reducir las mermas.
Otro supuesto es en una empresa textil: se realiza un estudio detallado de los cortes de tela para optimizar el uso del material. Se implementan patrones de corte más eficiente y se forma las personas en el manejo adecuado de las herramientas, con lo cual reduce de manera considerable las mermas. Finalmente, otra situación sería en una línea de ensamblaje de vehículos, se introducen sensores que detectan piezas defectuosas antes de que se ensamble en el vehículo. Esto permite retirar las piezas defectuosas a tiempo, así minimizar las mermas en el proceso de producción.
En resumen, implementar un control de mermas es clave para optimizar la producción y mejorar la rentabilidad de las empresas.
Si una empresa decide trazar y ejecutar una estrategia de control de mermas eficiente, tendrá múltiples beneficios, tales como: la reducción de costes ya que se reducen las pérdidas en el proceso productivo y reduce los costes asociados a los materiales y a la producción; mejora la eficiencia mediante la optimización de procesos y reducción de mermas; por otro lado, al llevar a cabo un control riguroso de mermas, aumenta la calidad del producto; en materia de sostenibilidad, contribuye a una producción más sostenible; por último, las empresas que apliquen una buena estrategia en la gestión de mermas pueden posicionarse como empresas competitivas en el mercado.
En conclusión, las mermas son importantes controlarlas y evitarlas, dado que las consecuencias no sólo son financieras, sino que afecta a la imagen de la empresa de cara a los clientes, cosa que puede generar desconfianza de los clientes hasta el punto de perderlos, por no cumplir con los plazos pactados. No obstante, esto también demuestra, una vez más, que las personas juegan un papel clave para evitar tener mermas, dado que son las responsables de asegurarse de cumplir su trabajo, con lo cual, la empresa también debe invertir en formaciones y capacitaciones para que estén preparados y concienciados.
Por último, si las empresas adoptan una visión estratégica de invertir en sistemas para controlar estas desviaciones, al largo plazo, reducirán las mermas y rentabilizarán su negocio.