La digitalización del sector farmacéutico presenta un estado avanzado si lo comparamos con otros sectores. La gran competitividad de este mercado, junto con la necesidad de las farmacéuticas por cumplir con las demandas de los clientes al tiempo que se cumplen las legislaciones y normativas del sector, han hecho que la transformación digital sea una realidad en prácticamente todas las compañías del sector. La existencia de software específicos para este sector, como el software de gestión PharmaMe ERP, son una clara muestra de la amplia demanda de soluciones tecnológicas por parte de este sector.
Si centramos el análisis en los negocios que todavía no han abordado la digitalización, podemos observar cómo a los desafíos propios del sector, se ha sumado la dificultad de contar con la herencia de sistemas de gestión obsoletos que no presentan la flexibilidad necesaria en los tiempos actuales. Dichos sistemas demandan una inversión continua para asegurar su funcionalidad, con el consecuente aumento de inversión a medio y largo plazo. La dificultad de amortizar dicha inversión es un objetivo que se aleja paralelamente al gasto por actualizar versiones o sistemas anticuados.
Llegados a este punto, se llega a la conclusión de que la digitalización del sector farmacéutico se trata de un paso irremediable. Contar con sistemas modernos, flexibles, de sencilla actualización y personalización, es el único modo de cubrir las necesidades actuales y futuras de un sector que avanza imparable hacia la digitalización y las nuevas tecnologías.
Cómo alcanzar una correcta transformación digital
Trazar una estrategia para el desarrollo digital del negocio y la definición de los escenarios futuros resulta básico para una correcta digitalización. Gracias a una nueva infraestructura digital, es posible apoyar de manera eficiente todos aquellos procesos críticos de forma modular, siendo posible implementar de manera escalonada y mantener soluciones de software específicas según las necesidades a cubrir. Y todo ello se traduce en una mayor eficiencia en cada uno de los procesos y actividades.
Desde Marqués recomendamos contar a la hora de afrontar este tipo de proceso con la ayuda de un grupo de consultores conocedor del sector. Gracias a su experiencia, tanto en digitalización de empresas como en el sector farmacéutico, los consultores podrán ofrecer la mejor solución para cubrir las necesidades actuales y futuras. Presentarán de un modo fiable cuáles serán los beneficios y los objetivos que, alineados con los objetivos estratégicos de la empresa, marcarán el presente y futuro inmediato de la solución implantada, al tiempo que aseguran una estabilidad de negocio perdurable en el tiempo.
Beneficios de la digitalización del sector farmacéutico
Las tecnologías usadas hoy en día por la mayoría de las empresas ofrecen múltiples beneficios para el sector químico-farmacéutico, como por ejemplo:
- Reducir los costes operativos y logísticos al optimizar el uso de los recursos, minimizar los desperdicios y mejorar la trazabilidad.
- Aumentar la calidad y la seguridad al reducir los errores humanos, garantizar el cumplimiento normativo y prevenir los riesgos laborales y ambientales.
- Acelerar la innovación y el desarrollo al facilitar la investigación, el diseño y la prueba de nuevos productos y soluciones.
- Mejorar la competitividad y el crecimiento al adaptarse a las demandas del mercado, diferenciarse de la competencia y generar nuevos ingresos.
La digitalización del sector farmacéutico requiere una visión estratégica, una inversión adecuada y una cultura de cambio. También implica una colaboración entre los diferentes actores del ecosistema, como las empresas, las universidades, los centros de investigación, las administraciones públicas y los clientes. Solo así se podrá aprovechar todo el potencial de la transformación digital para impulsar el progreso del sector químico-farmacéutico y de la sociedad en general.
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Herramientas y software para el sector químico-farmacéutico
El sector químico-farmacéutico es uno de los más importantes y dinámicos de la economía mundial, con un impacto directo en la salud, el medio ambiente y la innovación. Sin embargo, también se enfrenta a grandes desafíos como la competencia global, la regulación estricta, el aumento de los costes y la exigencia de los consumidores. En este contexto, la digitalización se presenta como una oportunidad para mejorar la eficiencia, la calidad y la sostenibilidad de este sector.
La digitalización implica el uso de tecnologías digitales para transformar los procesos, los productos y los modelos de negocio del sector químico-farmacéutico. En el sector ya se usan muchas tecnologías bastante extendidas entre las empresas. Si atendemos a sus particularidades generales y beneficios que ofrecen, las podemos diferenciar en las siguientes categorías:
Inteligencia artificial (IA)
La IA tiene el potencial de transformar la industria farmacéutica y ofrecer soluciones innovadoras para los desafíos actuales y futuros de la salud. Permite analizar grandes cantidades de datos, optimizar las operaciones, diseñar nuevos compuestos y personalizar los tratamientos.
Internet de las cosas (IoT)
En el sector farmacéutico, el IoT es una tecnología que conecta objetos físicos a la red, facilitando la recopilación y el intercambio de datos. Puede tener múltiples aplicaciones, como el seguimiento de medicamentos, el control de calidad, la gestión de inventarios, la monitorización de pacientes o la prevención de falsificaciones. El IoT puede mejorar la eficiencia, la seguridad y la rentabilidad de la industria farmacéutica, así como ofrecer una mejor atención sanitaria a los usuarios.
Robótica y la automatización
Son dos tecnologías que han transformado el sector farmacéutico en los últimos años. Estas herramientas permiten optimizar los procesos de producción, distribución y control de calidad de los medicamentos, reduciendo los costes, los errores y los riesgos para la salud. Además, la robótica y la automatización facilitan la innovación y el desarrollo de nuevos fármacos, así como la personalización de los tratamientos según las necesidades de cada paciente.
Impresión 3D
Es una tecnología usada para crear objetos tridimensionales a partir de un diseño digital. En el sector farmacéutico, la impresión 3D tiene diversas aplicaciones, como la fabricación de piezas complejas, prótesis, implantes, prototipos y dispositivos médicos. La impresión 3D ofrece ventajas como la reducción de costes, la optimización de los procesos, la mejora de la calidad y la innovación en el desarrollo de nuevos productos.
Realidad virtual y aumentada
Permiten crear experiencias inmersivas y personalizadas en el sector farmacéutico que mejoran la formación, la asistencia técnica y la experiencia del cliente. Estas tecnologías pueden mejorar la eficiencia, la seguridad y la calidad de los procesos de investigación, desarrollo, producción y distribución de medicamentos. Además, pueden facilitar la comunicación y la colaboración entre los profesionales sanitarios y los pacientes.
4 pilares para la digitalización del sector farmacéutico
Como hemos venido diciendo, la digitalización del sector farmacéutico es un reto complejo pero también una oportunidad única para mejorar la competitividad, la rentabilidad y el impacto social de las empresas. Para lograrlo, es necesario tener una actitud proactiva, flexible y adaptativa que permita aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología sin perder de vista el factor humano.
Para abordar con éxito la digitalización del sector farmacéutico, es necesario contar con una visión global y estratégica que tenga en cuenta todos estos aspectos y que se base en cuatro pilares fundamentales:
1. Cliente
El cliente debe ser el centro de la estrategia digital y se debe buscar satisfacer sus necesidades, expectativas y preferencias en cada momento y lugar. Se debe ofrecer una experiencia personalizada, omnicanal e integrada que genere confianza y valor añadido.
2. Dato
El dato debe ser el activo más importante de la estrategia digital. Se debe recopilar, analizar y utilizar de forma inteligente para obtener información relevante que permita tomar mejores decisiones, optimizar los procesos, mejorar los productos y servicios y crear nuevas oportunidades de negocio.
3. Talento
El talento debe ser el motor de la estrategia digital. Los profesionales cualificados, motivados y comprometidos pueden liderar e implementar el cambio digital. Por ello se debe fomentar e incentivar el trabajo en equipo, la colaboración, la creatividad y la innovación.
4. Liderazgo
El liderazgo debe ser el impulsor de la estrategia digital con una dirección clara, coherente y alineada con los objetivos y valores de la empresa. Se debe transmitir una visión compartida, inspiradora y ambiciosa que movilice a toda la organización hacia el éxito digital.
