Hace ya tiempo que el término «industria alimentaria 4.0» resuena y es conocido. Y es que conforme la tecnología transforma la sociedad, la digitalización arrastra consigo nuevos cambios. Éstos, muy a menudo, no se dan a la misma velocidad en los sectores e industrias estratégicas.
El mundo avanza rápidamente y nos asomamos a un horizonte plagado de retos que pueden llegar a abrumar. Según las previsiones demográficas de Naciones Unidas¹, la población mundial aumentará hasta los 9.700 millones de habitantes en 2050. Estudiando el panorama vemos que existe un aumento de la obesidad y de las enfermedades crónicas asociadas, al tiempo que paradójicamente afrontamos una escasez en el suministro de alimentos confrontada con los 1.300 millones de toneladas de alimentos que tiramos cada año a la basura. Aún así, la FAO estima que tendremos que aumentar la producción en un 70%… Parece una labor complicada de conseguir ante un cambio climático galopante cuyas consecuencias directas se traducen en una disminución de la tierra fértil y el agua disponible, entre otras.
Responder a estos retos es vital y requiere de un ingrediente fundamental: una estrategia alimentaria mundial. Si no se instaura una planificación política internacional, difícilmente podremos aguantar en igualdad de condiciones el envite y la sacudida que pronostican los datos. Desde la industria hasta los consumidores, debemos pensar en términos de sostenibilidad, consumo local y reducción del desperdicio alimentario. En esta estrategia, sin lugar a dudas, jugará un papel importante la digitalización de toda la cadena alimentaria, lo que conocemos como la industria alimentaria 4.0.
¿Qué es la industria alimentaria 4.0?
La industria alimentaria 4.0 es el resultado de la aplicación de las tecnologías digitales y de la automatización a los procesos de producción, distribución y consumo de alimentos y bebidas. Esta industria se caracteriza por la integración de sistemas inteligentes que permiten una mayor eficiencia, trazabilidad, seguridad y personalización de los productos alimenticios.
Es un concepto que engloba un nuevo modelo organizativo y una nueva manera de trabajar, de lo físico a lo digital. La industria alimentaria 4.0 representa una oportunidad para mejorar la calidad, la seguridad y la sostenibilidad de los alimentos, así como para satisfacer las demandas de los consumidores cada vez más exigentes e informados. Sin embargo, también implica una serie de desafíos y riesgos, como la protección de los datos personales, la ciberseguridad, la ética y la responsabilidad social. Es una realidad que está transformando el sector agroalimentario y que requiere una adaptación constante por parte de todos los agentes implicados: productores, distribuidores, consumidores y reguladores.
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Tecnologías de la industria alimentaria 4.0
El grado de transformación digital marca la diferencia entre los negocios de un mismo sector. Una empresa con una alta digitalización cuenta con una mayor capacidad de explotar los recursos, procesos y parámetros de control en la industria. Sin ir más lejos, disponer de un ERP alimentario mediante el cual puedes centralizar toda la gestión interdepartamental de tu empresa constituye una ventaja competitiva enorme. Si bien antes lo datos se registraban en laboratorio y quedaban almacenados en papel o en tablas de Excel, en el ERP están conectados para su análisis, intercambio y actualización en tiempo real. Que la información esté disponible y accesible no hace sino mejorar la eficiencia de la cadena.
Además del ERP, dentro de la industria alimentaria 4.0 podemos encontrar diversidad de tecnologías con distinta naturaleza y funcionalidades. Las podemos englobar en las siguientes categorías:
Inteligencia artificial y robótica
El uso de robots ayuda a facilitar la manipulación, el envasado y el control de calidad de los alimentos. La IA y el Machine Learning, por otro lado, puede ser de ayuda para la optimización de los recursos y la producción, el ahorro de energía, la reducción de los desperdicios y el mantenimiento predictivo de los equipos. Te puede interesar el caso de NotCo, la empresa chilena de tecnología alimentaria que produce alternativas a productos de origen animal a través del aprendizaje automático.
Impresión 3D de alimentos
La impresión 3D de alimentos ya no es una idea de ciencia ficción. Lo cierto es que ya existen empresas que imprimen chocolate, pasta, azúcar… Permite la creación de alimentos personalizados según las preferencias y necesidades nutricionales de cada consumidor. Se pueden crear productos más innovadores con nuevas formas, texturas y perfiles de sabor. Sin ir más lejos, recientemente se anunciaba la noticia de que la compañía Steakholder Foods ha generado el primer producto de pescado bioimpreso en 3D del mundo.
Internet de las cosas (IoT)
En su día ya hablamos del término IoT que incluso ha evolucionado hacia el IIoT: el internet industrial de las cosas. En la industria 4.0, la conexión de tecnologías inteligentes permite vincular sensores, dispositivos y máquinas que recogen y transmiten datos en tiempo real. Tener una red interconectada puede ser muy útil para hacer frente a las cifras de desperdicio en todas las fases de la cadena. Puedes conseguir detectar alimentos en mal estado, garantizar la consistencia del producto independientemente de dónde se produce, agilizar el proceso de empaque o alertar de incidencias en los equipos.
Big Data y la analítica avanzada
Siguiendo el hilo del punto anterior, disponer de datos e información en tiempo real recabada por dispositivos te ayuda a mejorar la toma de decisiones empresariales. El procesamiento y el análisis de grandes volúmenes de datos extrae información útil que ayudan en la mejora continua de los procesos. Ayuda a tener una imagen más clara de los patrones ocultos que pueden pasar desapercibidos. Es beneficioso también a nivel comercial para ofrecer un servicio más ajustado a las preferencias de consumo de nuestros clientes.
Realidad aumentada y realidad virtual
Aunque todavía no está muy extendida, las soluciones de realidad aumentada y virtual son usadas por grandes empresas multinacionales. Su aplicación es beneficiosa y muy usada sobre todo para cubrir tareas logísticas. A través de unas gafas y dispositivos oculares, los operadores reciben información e instrucciones visuales en su campo de visión, lo que les permite trabajar con las manos libres de manera más eficiente. Lo mismo ocurre si se aplica al mantenimiento de maquinaria, procesos de instalación o a la formación de nuevos empleados.
Conclusiones de la industria alimentaria 4.0
Cuando hablamos de la industria alimentaria 4.0 nos referimos a una cadena alimentaria conectada y digitalizada donde se recopilan y analizan una gran cantidad de datos. La información facilita una mejor toma de decisiones, basadas y argumentadas, que buscan agilizar las operaciones y ser más competitivos. La cadena en la industria alimentaria 4.0 deja de ser lineal para ser un ciclo de procesos interconectados y relacionados entre sí, donde el intercambio de datos asegura una mejor trazabilidad, eficiencia, sostenibilidad y garantías de los productos alimentarios.
Los retos a los que tendrá que enfrentarse el sector es democratizar el acceso a estas herramientas tecnológicas para el grueso de pequeñas y medianas empresas que forman la industria alimentaria. Al existir márgenes de beneficios cada vez más pequeños, muchos no pueden hacer frente a las inversiones que supone la digitalización. Ayudas económicas como las del Kit Digital pueden ser el impulso que muchas necesitan para poder digitalizarse.
Por supuesto, no es necesario que el 100% de las empresas cuenten con todas y cada una de las soluciones de las que se habla en el artículo. El grado de digitalización de cada una ha de ser acorde a su realidad y necesidades. Sin embargo, no hay que olvidar que conviene realizar proyectos digitalizadores en la dirección marcada para hacer frente a los retos que hemos comentado y estar alineados con la tendencia marcada en el sector. Quien se quede atrás, corre el riesgo de quedarse descolgado y a la cola.
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