Un software de gestión empresarial —conocido por las siglas ERP— es un programa informático diseñado especialmente para solventar y automatizar las necesidades de las compañías, independientemente de su sector económico.
De entre las diferentes soluciones tecnológicas para empresas que existen, podríamos decir que el software ERP es el producto estrella. Desde su lanzamiento (allá por los años 80), se han realizado numerosas versiones y herramientas específicas para solventar todo tipo de requerimientos empresariales. Hoy en día, existen ERP para la industria químico-farmacéutica, construcción, logística, retail, sector alimentario, manufactura, turismo…
Cada ERP está formado por unidades interdependientes denominadas módulos . En este artículo conoceremos la tipología de módulos de un ERP y cuáles son las características comunes de todos los software de gestión empresarial.
¿Cómo se clasifican los módulos de un ERP?
Cada uno de los módulos de un ERP se encarga de realizar una función específica, como explicamos en profundidad cuando hablamos de los principales módulos disponibles en un ERP. Lo que no se explicaba en ese artículo eran las tipologías de módulos de un ERP que vamos a ver a continuación:
Básicos
Son todos aquellos módulos de un ERP que, en el momento en que una empresa se hace con los servicios del software de gestión empresarial, vienen instalados de serie. Es decir, son los módulos básicos con los que toda empresa debe contar de forma «obligatoria» para que su sistema ERP pueda acometer sus funcionalidades esenciales. Por ejemplo, el módulo de contabilidad se hace fundamental para toda tipo de empresa sin distinción de su tamaño o sector en el que opere.
Opcionales
Existe, sin embargo, otra tipología de módulos de un ERP que, si bien no son necesarios, se pueden añadir a voluntad del cliente. Se trata de funcionalidades que las empresas pueden incluir a lo largo de la vida útil del software ERP. No es obligatorio hacerlo al principio de la implantación.
Conforme surgen nuevas necesidades, estos módulos complementan prestaciones que en su día no se contemplaron como necesarias pero que, con el tiempo, se han convertido en indispensables. Por ejemplo, una empresa manufacturera que fabrique bajo demanda en función de los pedidos (MTO, Make to Order), no necesitará el módulo de gestión del inventario. Pero, si en un futuro cambian su actividad y fabrican por stock (MTS, Make to Stock), le resultará imprescindible.
Verticales
Por último, pero no menos importante, tenemos los módulos de un ERP vertical. Esta tipología se caracteriza por ser del mismo tipo que las opcionales, pero con una diferencia sustancial: son módulos de un ERP especializado en sectores económicos e industriales específicos.
Es decir, si una empresa opera en un sector muy regulado como el farmacéutico o cosmético, necesita una herramienta mucho más completa y concreta que le ayude. Como estas compañías tienen que cumplir con muchas regulaciones, normas de calidad y trabajan con volumen altísimo de documentación, les resulta vital contar con un software de gestión documental y gestión de la calidad (QMS).
En nuestro caso particular, nuestra experiencia a lo largo de décadas nos ha permitido conocer las casuísticas y peculiaridades para desarrollar ERP verticales para sectores clave como el sector servicios (construcción, servicios con proyectos, instaladoras, colegios profesionales…), la industria (manufactura, agroalimentaria, logística, maquinaria…) y la distribución (mayorista, retail, moda…).
Características en común de los ERP
Pero, más allá de la tipología de módulos de un ERP, existen características comunes que se repiten en los diferentes proveedores de software de gestión empresarial del mercado. Algunas de ellas son:
- La arquitectura cliente/servidor
- El gran número de prestaciones
- El grado de abstracción de la herramienta
- La adaptabilidad a las diferentes necesidades
- La modularidad del sistema ERP
Por eso, a la hora de elegir un ERP, hemos de ser conscientes de las principales características en las que hay que fijarse. Así escogeremos un software que se adecúe a nuestras necesidades y requerimientos como empresa. Especialmente al elegir un ERP para la industria químico-farmacéutica, donde la especialización del sistema debe ser mayor. Por ello, siempre recomendamos contar con el asesoramiento de un experto tecnológico que nos guíe en el proceso de decisión.
Si necesitas que te resolvamos cualquier duda o tienes alguna consulta, ¡no dudes en contactar con nosotros!